domingo, 5 de agosto de 2007

Por la reflexión y el compromiso

Nothing´s gonna change my world

Por Abraham García

Para Carlos Marx, la prensa era el motivo y el medio de realización del hombre. Solo en su ejercicio, el hombre se convertía en el dueño mismo de su futuro y contribuía al futuro de sus semejantes. El comunismo, precisamente ha propuesto un modelo social de participación activa de los integrantes de una comunidad para la autorrealización, auto compensación y supervivencia de la misma; produciendo los recursos necesarios para compensar una necesidad. En todo caso, el ser humano no vive del atavío sino por el hecho de vivir por él y por su sociedad. Eso es disfrutar de la vida; o como decía Tomas Moro en su Utopía, el Ser humano era excelso, tenía la libertad para crecer espiritualmente, pues eran satisfechas sus necesidades solo y cuando asumía el compromiso de su labor social para con sus semejantes ¿No les parece la premisa básica de la ética y de la moral coloquial?

Vivimos en un momento en el que no es posible ni admisible quedarnos callados. Ser analfabeta moral parece tan popular como ser ambidiestro en la política; sin embargo, no deja de apenar la falta de compromiso que aqueja toda la labor profesional y ética del trabajo social.

Definitivamente, el gran problema al que nos enfrentamos en la psicología es hasta qué punto se involucra la profesión, su ejercer, con la ética social. Espero explicarme.

La carrera nos brinda a quienes la estudiamos innumerables formas de percibir el mundo y la política también. Eso habría, en teoría, de hacernos participar del dialogo crítico y serio sobre el hacer cívico ¿Será acaso que es mas bien este desinterés el producto de la propia no-iniciativa hacia el conocimiento? Si es así, me parece muy preocupante, pues en todo sentido, gradualmente nos hacemos indiferentes al dolor humano.

En su historia, los estudiantes y egresados de la Facultad de Psicología se han distinguido por la participación literaria. Cabe mencionar que quienes lo han hecho han sido y son protagonistas y representantes de grupos político-sociales en la facultad.

Emergente, Freudiano, Tiempo, Imago, Con-ciencia, El Ladrillo; han sido algunas de las publicaciones que corrieron a cargo de estudiantes de la Facultad y abrieron una brecha en la forma de decir y percibir la psicología frente al paciente-comunidad; brecha que respondía a inminentes crisis y momentos de declive de la profesión y porque no, del país. Crítica fuerte y bien hecha, análisis, propuestas y un buen sabor de boca; definitivamente la Facultad de Psicología de la UANL, no sería lo mismo sin las publicaciones estudiantiles; aunque se diga lo contrario, a todos los maestros en algún momento les interesó algún articulo o colaboración de un estudiante. Para eso somos psicólogos, para pensar más allá, esa es la labor de la Psicología en la Universidad.

"Solo por decir"; no ha habido un motivo para dejar de cantar y levantar la voz.

"…Nació de la inquietud de un grupo de estudiantes… una modesta contribución a la actual crisis académica por la que atraviesa nuestra Facultad y pretendemos además sensibilizar al estudiante, mediante esta difusión, para que lleve a cabo su práctica social al servicio de la gente marginada"[1].

Y es muy sencillo. En nuestra sociedad tenemos hartos ejemplos. Citemos dos temas muy hablados en los últimos días: La ley de Convivencia (aprobada a mediados del mes de marzo) y la iniciativa de ley para legalizar el aborto. La realidad esta puesta. Existe un evento que irremediablemente ocurrirá, sea legal o no su ocurrencia; si no es posible pararla, en cualquier sentido hay que procurar que ocurra sanamente ¿Porqué citar esto? Por que no son cuestiones ajenas a nosotros, fuésemos o no psicólogos. Por que nos compete y competerá, ser quienes resuelvan éstas problemáticas en nuestras áreas de trabajo. Recordemos también que toda la historia de la humanidad está compuesta de la misma manera en que se constituye la psique del hombre.[2]

El compromiso: hermano inseparable de la razón y el deseo. “Éramos perseguidos… ser estudiante era sinónimo de delincuente” ¿Qué ganas con escribir en el periódico? ¿El respeto por uno mismo? No lo sé. Creo entender que quienes en diferentes momentos han buscado estos medios no lo hicieron por labor desinteresada. El altruismo no es dar si?????????????’’ recibir. Esto iba mas allá de eso, iban tras la búsqueda de la verdad ¡Oh endeble promesa del neurótico! ¡Encontrar la verdad! ¡Salir del desfiladero al reencuentro con el sí mismo! Que si era cierto, lo desconocemos, que si se encontró, creemos que si, pero de maneras muy diversas, quizás religiosas.

Creo que no ha habido labor más interesante que la que han hecho los estudiantes en esta Facultad, y porque no, en la vida Universitaria. En mucha medida, ha dependido del apoyo de maestros interesados en la generación proactiva de conocimiento y desarrollo humano del psicólogo.

Estoy convencido de que cualquier momento es bueno para decir “Yo creo”, “Yo pienso”, uno solo puede estar seguro de que al menos eso tiene. Como dijo el sabio Guille “¡se puede vivir!”.

¿Pero cuál era el producto de esta labor? ¿El altruismo? ¿De qué? ¿Para qué?

Creo que la actividad estudiantil actual depende de varios factores. Desde un principio nos enseñan a no comprometernos con el paciente, a tenerle miedo al paciente (eso mismo es la causa de no leer, por cierto); el estudiante es colocado en una situación muy cómoda pero también de constante temor y minusvalía; con esa razón, se justifica toda la ortodoxia del trabajo terapéutico por el temor (y también la flojera) que nos da ser activos. Justificamos todo, creemos que tenemos la verdad y que sabemos todo de todos. El discurso de la critica se convierte entonces en un dialogo necio, de intolerancia y de mucho temor.

Sin embargo, creo también que esto tiene su raíz en un problema mayor, el de la no educación y el desinterés cultural. Desgraciadamente, vivimos en un Monterrey en el que son pocas las veces en las que pensamos en los demás y también en donde leemos casi nada. Con todo, eso justifica muchas arbitrariedades que también por desgracia hacen muchos psicólogos y estudiantes.

Disculpen ustedes, amables lectores, que sea tan larga la explicación. Aún la idea original no se ha perdido. En definitiva, en los siguientes semestres, la comunidad estudiantil deberá participar más que nunca para conservar su valor de autonomía que, créanlo, ha costado más que palabras.

La participación escolar deberá medirse entre las nuevas generaciones entrantes y su innovación intelectual y los proyectos académicos que impulsen departamentos que en su trabajo guarden un enlace entre los alumnos y la administración de esta escuela (llámese pues DAE, Mesa Directiva Estudiantil, equipos representativos, becarios, etc.

Por mucho, sabemos que existen más que nunca posibilidades de expresión que en muy buena medida son favorecidos por la apertura de muchos maestros; y también las facilidades que los medios de comunicación nos pueden brindar. Ojala –en serio- que las generaciones que en este semestre ingresan tengan la aptitud que desde hace varios pares de años ha distinguido a los alumnos de esta Facultad.


[1]Editorial de IMAGO, Revista de psicología psicoanalítica, Numero 1, Año 1, Septiembre 1977
[1] Podemos explicar los estadios de desarrollo de Piaget y Freud analizando la historia mundial y de la cultura "Humana", es decir, cómo ha sido la ocurrencia de la historia, en qué secuencia y con qué valor.


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